Este es el retrato de Pierre Schaeffer.
El «pope» de la música concreta.
Esta forma de expresión musical nació en 1948, en un laboratorio de pruebas de la Radiotelevisión Francesa en París. Pierre Schaeffer, su inventor, anotó en un cuaderno de bitácora todas las etapas de sus revolucionarios hallazgos musicales.
La música concreta consiste en componer a partir de sonidos grabados, tomados de cualquier material sonoro, ya sean ruido o sonidos ambientales de la vida cotidiana.
La escucha tenaz de un fragmento de un disco rayado de 78 rpm de Edith Piaf le hizo darse cuenta de que la audición en bucle de un extracto de la realidad provoca un efecto sorprendente. Acababa de inventarse el «surco cerrado». En otras palabras: el «loop» y sus derivados, como el «scratch» o el «sample».
Jacqueline Schaeffer, su viuda, nos hace revivir esta época fascinante y creativa.
Desde entonces, la música concreta se ha metido sigilosamente por todos lados.
En la música electroacústica, en primer lugar.
¿Pero quién la lleva consigo hoy día?
¿Dónde se ha introducido clandestinamente?